MEMORIA RAM

 

¿Qué es y por qué es importante la memoria RAM?

Memoria RAM: qué es, por qué es importante y recomendaciones 30

RAM son las siglas de «Random Access Memory» o «Memoria de Acceso Aleatorio». Su formato más extendido es el de un PCB a modo de pastilla rectangular sobre el que se asientan diferentes chips que contienen cantidades determinadas de memoria RAM.

La memoria RAM siempre se ha medido partiendo de un pilar básico: su capacidad. Los kilobytes fueron el nivel más utilizado entre finales de los setenta y principios de los ochenta. Posteriormente dejaron paso a los megabytes y finalmente llegamos a los gigabytes, que es la medida que utilizamos actualmente, aunque ya empezamos a hablar de terabytes en el sector profesional.

Como el procesador la memoria RAM se inserta en la placa base y se comunica con diversos elementos del sistema. Su función principal es almacenar datos e instrucciones para que puedan ser accedidos por otros componentes básicos, de manera que evita que tengan que volver a pasar por el procesador o incluso por la tarjeta gráfica.

Podemos entender mejor su funcionamiento con un ejemplo sencillo. Cuando encendemos el PC y arrancamos un juego éste carga una serie de datos básicos que necesita en la memoria RAM, y se mantienen en ella de forma permanente o hasta que necesita sustituirlos por otros datos (por ejemplo al cambiar de misión o de mundo e iniciar un nuevo proceso de carga). De esta forma se eliminan las cargas constantes y se consigue un rendimiento y una fluidez óptima.

La capacidad de la memoria RAM es fundamental, de hecho es lo primero que debemos priorizar a la hora de comprar, ya que si no tenemos la capacidad mínima que exigen determinadas aplicaciones y juegos no disfrutaremos de una buena experiencia, y en el peor de los casos ni siquiera podremos iniciarlasLos sistemas operativos modernos cuentan con sistemas de memoria virtual que permite utilizar una parte del sistema de almacenamiento (HDD o SSD) para cubrir las carencias de memoria RAM, pero no obrará milagros si no llegamos a un mínimo.

Es importante tener en cuenta además que la memoria RAM es un tipo de memoria volátil, lo que significa que a diferencia de los HDDs o los SSDs pierde la información almacenada una vez que se apaga.

Memoria RAM: capacidad

Hemos dicho que la capacidad (o la cantidad) de memoria RAM es lo primero que debemos tener en cuenta, pero debemos recordar que hay diferentes niveles que podemos considerar como óptimos en función de lo que vayamos a hacer con el PC.

Hoy por hoy lo más normal es encontrar módulos de memoria con configuraciones mínimas de 1 GB y kits con configuraciones mínimas de 4 GB (dos módulos de 2 GB cada uno). A continuación os dejamos un listado con las cantidades recomendadas para disfrutar de una buena experiencia de uso en diferentes entornos y con distintas aplicaciones.

  • Trabajo básico en Word, navegación por Internet y contenidos multimedia sencillos: tendremos suficiente con 2 GB de RAM.
  • Trabajo con documentos complejos, navegación web con varias pestañas, contenidos multimedia y multitarea moderada: debemos contar al menos con 4 GB de RAM.
  • Trabajo con cualquier tipo de documentos, navegación web con decenas de pestañas, juegos, contenidos multimedia y multitarea alta: es necesario contar con 8 GB de RAM.
  • Trabajo con aplicaciones intensivas (edición de fotos y vídeo), juegos muy exigentes, multitarea y contenidos multimedia: es recomendable contar con 16 GB de RAM.

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Memoria RAM: tipos, velocidad, latencia y canales

Velocidad, latencia y canales son tres aspectos que afectan de forma directa al rendimiento de la memoria RAM. La capacidad es el principal porque representa el punto de partida, pero su rendimiento global se ve afectado por esos elementos.

Por ejemplo, si un juego pide 8 GB de RAM y contamos con 4 GB de RAM a 3 GHz no podremos moverlo de forma óptima, pero si contamos con 8 GB de RAM a 1.666 MHz no tendremos problemas. Es un ejemplo sencillo pero efectivo, ya que nos permite entender a la perfección el peso que tiene la cantidad sobre la velocidad cuando hablamos de memoria RAM.

Cada estándar de memoria ofrece unas prestaciones distintas, aunque actualmente el estándar es la memoria DDR4. A continuación os dejamos un resumen con las características clave de cada tipo:

  • Memoria DDR: es la versión más antigua y se utiliza en equipos que montan procesadores Pentium 4 y Athlon en sus generaciones más antiguas. Rondan los 400 MHz.
  • Memorias DDR2: todavía están bastante extendidas ya que se utilizaron en equipos con sockets LGA775 y AM2. Se venden con frecuencias de hasta 1.066 MHz y tienen un precio muy elevado en comparación con el estándar actual, la DDR4.
  • Memorias DDR3: fue superada por la DDR4 pero todavía se comercializa y tiene una fuerte presencia ya que se ha utilizado con los sockets LGA1150 (Core 4000) y AM3+ (FX). La velocidad máxima que ofrecen los kits que encontramos en el mercado ronda los 2.400 MHz, aunque algunos modelos concretos consiguen acercarse a los 3 GHz.
  • Memorias DDR4: como dijimos es el estándar actual y el que mayor rendimiento ofrece. Podemos encontrar kits con velocidades de más de 4 GHz.

La velocidad determina la rapidez a la que es capaz de trabajar la memoria RAM y afecta, junto con el bus de datos, a su ancho de banda. Una mayor velocidad permite realizar transferencias en menos tiempo. Las operaciones de almacenar, borrar y realmacenar nueva información y datos se completarán más rápidamente, lo que en algunos casos puede marcar una diferencia importante de rendimiento.

No hay un único caso, pero no es necesario ir a por los módulos más rápidos y caros, ya que podemos fijar niveles óptimos en función de cada arquitectura y gama a partir de los cuales se diluye el valor calidad-precio. En el caso de los procesadores Pentium y Core a partir de los 2.400 MHz y 2.666 MHz entramos en un nivel óptimo, mientras que en el caso de los Ryzen de primera y segunda generación es recomendable llegar a los 2.933 MHz-3.000 MHz.

Además de la capacidad, el tipo de memoria y la velocidad debemos tener en cuenta la configuración de módulos que vamos a montar, ya que de ellos dependerá el bus de memoria que utilizará el sistema. Es a esto a lo que nos referimos cuando hablamos de canales.

Cuando conectamos un único módulo de memoria RAM a una placa base éste trabaja sobre un bus de 64 bits, y al instalar dos módulos de memoria RAM la cifra sube a 128 bits. Esto es lo que se conoce como modo de doble canal. En equipos tradicionales (con GPU dedicada) no marca una gran diferencia de rendimiento en la mayoría de los casos, pero si utilizamos una GPU integrada que recurre a la RAM como memoria gráfica puede elevar el rendimiento de forma notable, así que tenedlo en cuenta.

Las plataformas de última generación para consumo general soportan configuraciones de doble canal, mientras que los sistemas HEDT y las plataformas profesionales soportan configuraciones de cuádruple y hasta séxtuple canal, que suben el bus de datos a 256 bits y 384 bits.

Pasamos ahora a la latencia. La latencia es el retraso que experimenta la memoria de cara a la realización de distintas operaciones, por lo que acaba teniendo un impacto significativo en el rendimiento de la misma.. Afecta al rendimiento y se relaciona de forma directa con la velocidad de trabajo, ya que normalmente las memorias más rápidas tienen latencias más elevadas,

Con todo su impacto no resulta significativo salvo en casos muy extremos, así que no debemos preocuparnos demasiado. A continuación os dejamos un ejemplo sencillo que muestra el tiempo de acceso de dos tipos de memoria DDR3 con diferentes frecuencias y latencias, éstas últimas expresadas como CL9 y CL8:

  • DDR3 a 2.000 MHz CL9: 9 nanosegundos.
  • DDR3 a 1.800 MHz CL8: 8,96 nanosegundos.

Hemos visto muchas cosas, así que llega el momento de hacer un resumen con todo lo que debemos sacar en claro de lo expuesto en este artículo:

  1. Debemos buscar módulos de memoria RAM con unas latencias y unas frecuencias equilibradas. En DDR4 siempre serán un poco más altas que en DDR3.
  2. Si tenemos gráfica integrada debemos apostar por una configuración en doble canal para mejorar el ancho de banda y obtener un mayor rendimiento.
  3. La cantidad de memoria RAM debe ser nuestro primer objetivo. Por ejemplo, si vamos a jugar es mejor montar 8 GB de RAM a 2.133 MHz que 4 GB a 3.000 MHz.
  4. Si no vas a utilizar gráfica integrada no es imprescindible el doble canal.
  5. Un usuario normal no necesita módulos de memoria RAM a más de 3.200 MHz.

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